cómo hay que comportarse en una biblioteca

¿Cómo hay que comportarse en una biblioteca?

¿Te gusta leer? ¿Necesitas un espacio adecuado para estudiar? ¿Quieres acceder a información sobre una materia determinada? ¿Eres un apasionado de los libros? Ha llegado el momento de que vayas a una biblioteca. Seguramente no estás leyendo como un usuario de las mismas y sabes todo lo que se puede y lo que no se puede hacer en las mismas, pero por si acaso eres una persona que no suele ir a este emplazamiento, queremos entrar en profundidad en cómo hay que comportarse en una biblioteca. No todo el mundo tiene claro la forma en la que hay que permanecer en este lugar, pero estamos seguros de que estos sencillos consejos te van a ayudar a pasar desapercibido y sacar el máximo rendimiento de la biblioteca.

Te contamos cómo hay que comportarse en una biblioteca 

  1. Silencio: El silencio es una de las cosas más agradables que uno puede vivir en determinado momento. Genera calma y relajación y permite la máxima concentración de la persona. Sabiendo esto, te puedes imaginar lo importante que es mantener el silencio en una biblioteca. Son muchas las personas que están disfrutando de su rato de lectura o están estudiando y no pueden permitirse que alguien les moleste y distraiga por no saber los comportamientos que no son adecuados. Cuando hablamos de silencio, no solo lo hacemos de no hablar, sino de no hacer ruidos ni tener música alta, la cual puede llegar a ser escuchada por otros usuarios. Por supuesto, hay que intentar moverse lo menos posible. Si alguien está continuamente saliendo a fumar o a hablar por el móvil y regresa cada poco, esta forma de actuar también puede resultar incómoda para los que están compartiendo sala contigo. 
  2. Ocupa tu espacio: Para saber cómo hay que comportarse en una biblioteca, algo que debes tener claro es que no toda la sala es tuya, con lo que debes adecuarte al espacio disponible. Para que te hagas una idea, si hay bastantes sitios libres, lo mejor que puedes hacer es situarte con amplia separación con respecto al resto de usuarios. El primero que lo va a agradecer vas a ser tú, que te encontrarás mucho más cómodo a la hora de llevar a cabo las tareas que tengas planeadas. Si, por el contrario, no hay mucho espacio disponible, intentarás ocupar solamente el que está destinado para ti. Si te haces demasiado ancho o colocas diferentes elementos sobre la mesa, otras personas se pueden sentir invadidas y eso es algo que hay que evitar a toda costa. Nadie debe sentirse mal a gusto porque uno no quiera respetar las normas de buen comportamiento. 
  3. Ni comas ni bebas: En la medida de lo posible, aunque vayas a estar muchas horas en una biblioteca, tienes que intentar no comer y beber durante el tiempo que pases allí. Te puede llevar algo y comerlo fuera. La razón es que. Aunque creas que no, puedes estar haciendo más ruido del previsto y eso es una molestia para el resto de usuarios. Además de esto, hay que tener en cuenta que las bebidas y los alimentos también se pueden derramar y ensuciar las instalaciones. Eso no sería lo peor, sino que también se pueden llegar a destrozar libros que, en algunos casos, pueden tener un gran valor histórico y económico. Lo mejor con respecto a las bebidas es que lleves un termo cerrado o cualquier envase que tenga tapa. 
  4. Móvil en silencio: Otro aspecto clave a la hora de saber cómo hay que comportarse en una biblioteca. Va un poco relacionado con lo que hablábamos previamente del silencio. Hay pocas cosas más desagradables que estar en un lugar en el que se necesita concentración y, de repente, comienzan a sonar algunos dispositivos, como puede ser el teléfono. Por eso, lo mejor que puedes hacer es ponerlo en silencio desde el momento en el que entras en la biblioteca. Así no tendrás ningún problema. Si esperas a hacerlo después de tener todo colocado, corres el riesgo de olvidarte. 

¡Haz las cosas bien!